En diciembre de 2015, se presentó
la Asociación contra el ruido en el Casco Antiguo “Espantaperros” de Badajoz
(HOY, 16/12/2015; El Periódico Extremadura,16/12/2016). Un grupo
de vecinos hartos de los incumplimientos reiterados por parte de los bares de
copas nos hemos agrupado para defender nuestro derecho al descanso y a poder
dormir tranquilamente en nuestros domicilios.
Nuestro lema es:
“Queremos vivir en un barrio
tranquilo y poder descansar por las noches”.
Parece mentira que los vecinos
tengamos que agruparnos para exigir, a las autoridades locales y regionales, el
cumplimiento y vigilancia de la legislación vigente. Se han presentado
numerosas denuncias sobre locales de ocio nocturno que están funcionando sin
tener completada la licencia para la actividad que desarrollan, y en algunos
casos sin licencia; sin tener homologados los equipos musicales, que alteran
los limitadores de los equipos de música superando con mucho los decibelios
permitidos; que mantienen las puertas abiertas y los clientes dando voces en la
calle hasta bien entrada la noche; informes de la policía local que indican de
la permanencia de más del doble de las personas autorizadas en el local;
incumplimiento del horario de cierre; realización de obras sin licencia municipal,
etc.
De todo esto se tiene constancia
documental, tanto por parte de los vecinos como en el propio Ayuntamiento, pero
los incumplimientos siguen.
Es verdad, que desde que se constituyó la
asociación el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Badajoz parece que empieza
a considerar el problema, pero queremos recordar que es al Gobierno Local a
quien le corresponde, básicamente, garantizar el cumplimiento de la legislación
en materia de ruidos, medio ambiente y urbanismo y, si se persiste en el
incumplimiento, poner las sanciones correspondientes. Y aquí es donde vemos un
déficit tremendo ya que observamos una tolerancia, por lo que los
incumplimientos siguen, ya que la
actividad que se desarrolla genera pingües beneficios. La cuantía de las multas
que se ponen, en algunos casos, se saca en menos de una noche. Por lo que el
incumplimiento no es un problema. Las pocas multas se computan como gastos.
Si a esto le añadimos que el
Casco Antiguo se ha convertido en el lugar para todas las fiestas locales tradicionales y nuevas
(Contemporánea, Palomos, etc.) resulta fácil de comprender por qué en la zona
más histórica del Casco Antiguo y, aparentemente, recuperada, el número de habitantes
sigue disminuyendo. ¿Podéis imaginar cómo descansan, las noches de jueves a
domingo, los vecinos de la Calle de San Juán? Los medios de comunicación se hacía eco de la situación de un matrimonio jubilado que esos días de la
semana tiene que colocar el colchón en la cocina para poder ¿dormir? Lamentable
que esto se consienta. No vale mirar para otro lado.
Actualmente contamos con dos leyes básicas de
referencia como son la del 2003 y el decreto que la desarrolla del y la aprobada por la Asamblea de Extremadura
en 2016 (Ley 4/2016, de 6 de mayo, para el establecimiento de un régimen sancionador en materia de ....), que son las que marcan la pauta de los que debe exigirse a los
establecimientos de copas. Y, al mismo tiempo, se están dictando diferentes
sentencias en todo el territorio nacional que nos sirve de base para seguir en
la exigencia de nuestros derechos. Lo ideal sería que se hiciera cumplir la ley
y no tuviéramos que recurrir a los jueces. Pero si hay que hacerlo, se hará.