El País (30/05/2017) publica la noticia de una
sentencia de la Audiencia Provincial de Palma dos años de prisión, una multa de
2.500 euros al dueño del local y no podrá trabajar en el sector del ocio
nocturno durante dos años. Había manipulado los limitadores acústicos
instalados por orden del Ayuntamiento.
Es una
situación habitual en Badajoz que ha sido denunciada en numerosas ocasiones por
nuestra Asociación.
Algunos párrafos de la noticia: "El local,
situado en un edificio continuo, ponía a todo volumen entre las 21:30 y 05:00
de la madrugada. Se le ha condenado por un delito contra el medio ambiente por
contaminación.
Los hechos se
remontan al año 2009, cuando en el mes de agosto arrancaron los episodios de
música a todo volumen en el café-concierto El Soto, situado en los bajos de un
edificio de Ibiza. El sonido reproducido a través de los aparatos electrónicos
y los altavoces instalados en el local provocaron emisiones acústicas que
sobrepasaron la normativa vigente en la vivienda colindante, en la que residía
un matrimonio con su hijo menor. Los capítulos de ruido se sucedieron en
numerosas ocasiones entre los meses de agosto y noviembre de ese año hasta
altas horas de la madrugada, lo que impedía el descanso de la pareja y su hijo
ya que el empresario sobrepasó hasta en 28 decibelios el nivel de ruido
permitido.
Las primeras
denuncias provocaron que el Ayuntamiento precintara los aparatos musicales del
local hasta que se instalara un limitador-controlador del volumen que
garantizara que los niveles de sonido del establecimiento no superaran los
máximos permitidos en la vivienda de los afectados. Sin embargo, en dos
revisiones diferentes los técnicos municipales constataron que se habían puesto
en funcionamiento altavoces que no estaban conectados al equipo limitador de
sonido y en una tercera inspección descubrieron que los sensores acústicos
estaban en la pared del local y boca abajo, habiendo sido manipulados por el
propietario."